Cómo iniciarse en el sexo tántrico
El sexo tántrico es uno de los pilares fundamentales del Tantra. En esta filosofía milenaria se considera la sexualidad como una parte crucial de nuestra vida, tan inseparable a nosotros como el nacimiento o la muerte.
Por eso mismo, los que practican sexo tántrico ven la sexualidad como un componente más de la existencia.
Sin embargo, mucha gente piensa que eso del sexo tántrico es hacer posturas sexuales extrañas dignas de contorsionistas.
Nada más lejos. Aunque sí es cierto que hay posturas que fomentan más la unión y el intercambio de energía sexual, iniciarse en el sexo tántrico es mucho más sencillo.
Las claves para iniciarse en el sexo tántrico
Lo bueno del sexo tántrico es que, al contrario de lo que sucede con otras prácticas, sus resultados se notan pronto. Su camino y objetivo es la confianza de la pareja. Por eso mismo, el primer paso es tener la suficiente confianza con él o ella para que ambos disfrutéis al máximo.
Otro de los elementos indispensables para practicar sexo tántrico de manera correcta es que el hombre retenga el esperma en su eyaculación. Para conseguir la famosa eyaculación tántrica solo se necesitan dos cosas: entrenamiento y paciencia.
Para conseguirlo, lo mejor es seguir los llamados ejercicios Kegel. Estos, basados en la contracción del perineo y los músculos de la base del pene, permiten que el hombre consiga tener un orgasmo sin eyacular, lo cual es totalmente posible.
Así se conseguirán relaciones sexuales más largas, placenteras y que permitan conectar mejor entre los dos integrantes de la pareja.
Una vía más inmediata es otra técnica que se basa en las técnicas de yoga, mucho más inmediata. Con este método, el hombre contrae los músculos mediante la relajación y la respiración y así puede continuar con la penetración.
En resumidas cuentas, el sexo tántrico es cuestión de ponerle ganas y querer experimentar nuevas cotas de placer.